jueves 

acabar

En pensamientos tenues
como cristales bañados de rocío,
en arrugas de guagua que gatea,
en rocas esculpidas por sombras,
has dejado tu corazón hilachento.

Retiras la torpe promesa
a las cenizas, a los barrancos,
dejas el iris de tu mirada
a los ángeles
que acompañarán a los que
recién llegan.

La sordera es un privilegio
que ni los débiles pueden obtener,
un sol ciego bondadoso
no alcanzaría a colmar
una botella a través de la aguja de un ojo.
La paja en la mente ajena
se acumula cada mañana
para cargar los rifles
que sabrán hacer lo suyo.

Demasiadas caras manchadas de alegría triste,
demasiados labios que no pronuncian verdad.
Me baño completo por tu mirada.
Míranos, huélenos,
somos gaviotas de río,
matamos tus palomas,
te damos de comer,
te damos la esperanza de un ocaso fortuito.

Le das pan al que no tiene hambre,
nos das la soledad en la que pastamos mudos.

 

el pacto secreto de los ojos

Te resistes cediendo a mi sed.
Florida toda ninguna como tú, de tu sonrisa
a mis cueros adobaron tus fuegos perpetuos.

El horizonte en pequeños fragmentos
te devolvió el trizado sol trizado por tus penas,
se volvió un pez de cobre que rasgó la bandera
de un país deshabitado por tus lágrimas,
y tu cuerpo delira a causa de la caricia
de los astros desterrados,
de las nebulosas agrietadas de mis mentiras.

Otras están volando, otra como tú ninguna


Te resistes cediendo a mi sed
ahora que el río
desde los puentes se puede
ver en este estío.

Un amplio espejo se abre para el agujero del cielo
donde tu bostezo se hace miga huérfana de cesta
a media tarde, a media noche
cuando la luna imita a la cascabel sigilosa.
Y mi extraña huérfana a quien dejé durmiendo
en el manzano no percibe tus fallas de luz
ni tu sudor purificado por un corazón impuro,
tú, como ninguna y única y tu espejo donde yo trizaba soles
para sumergirme en tu delirio.

Otras estarán volando.

lunes 

[ ]

abriría un cielo a quemarropa

lo siento

y así sería a veces cuántas veces

quizá nunca más jamás

una eternidad

y

quemémonos

vistámonos sólo con la piel, de a dos.

Ahora no.

 

Viejos & Niños





Abajo en un glaciar un arca fue hallada

fue noticia mundial se pensó que era

aquella de la que hablaban los cuentos

que nos contaban de niños.

Olvidé el asunto un tiempo hasta

que a mi ventana en un atardecer

se presentó una alondra cubierta en rocío.

No les contaré qué pasó luego sólo

diré que ahora siendo viejo deseo

que me vengan con cualquier calaña de cuento


domingo 

El alma de las distancias

la verdadera motivación de no parecerse a nada,
cuando parecía
que dos hilitos de saliva no se parecían,
y que la carne extraña
esa misma adobada y escarchada
pesaba

y nos cansábamos, y volvíamos a mirarnos
y no encontramos el punto,
la clave, la señal,
y parecíamos torpes con las puertas abiertas

ahí hemos podido mirar al mundo y decir
que no nos importaba estar ciegos y dar palos,
que otras puertas podían ser lejanas,
y que siempre las sombras se dan en la esperanza.

viernes 

200702

Sería mentira decir que no escuchamos la lluvia,
decir también que en verano no sudamos.

¿Acaso un ciego es feliz porque no ve?
¿Acaso nuestro olfato no nos sirve?
¿Acaso esta noche podríamos escribir
los versos más infames?
Versos incómodos.
Emociones incómodas.

¿Acaso alguna emoción es cómoda?

Me acuclillo e intento dormir sobre las hojas
del patio, huyo del sol y en vano deseo adueñarme de las sombras
Las hojas, el follaje, recuerdan vivos cuando
la niña los pisaba.
Cuando todos éramos eternos,
cuando una mano sutil nos hacía
el bosquejo de la eternidad.
Pero ya no.
Ahora la mirada de lo eterno me da la espalda.

Las hojas, el follaje, recuerdan.
Y ya no está.